Tarta de Boda de Alba y Carlos: la historia de una petición de mano en globo.

Esta tarta de boda es …

• la más grande que he hecho hasta la fecha.
• la más divertida de hacer.

Pero dejadme empezar por el principio porque hay historia detrás.

Alba me contactó diciéndome que quería encargar una tarta sorpresa para su novio. Quedamos una tarde y entonces me explicó. El menú del restaurante no les contemplaba tarta, y ella quería tener una. Pero no una tarta cualquiera, no. Una tarta sorpresa que reflejara la historia sobre cómo Carlos le pidió que se casaran.

Ahora mismo, si eres hombre, deja de leer este post porque seguro que vas a odiar a Carlos con todas tus fuerzas, jajaja. Y si eres mujer, coge kleenex porque vas a alucinar.

Carlos quedó con un campesino un día y le pidió que en una explanada pactada segara la frase CASA’T AMB MI (CÁSATE CONMIGO). Luego, alquiló un globo (y evidentemente a alguien que lo pilotara) y se llevó a Alba engañada hasta el lugar en cuestión. Allí subieron al globo, y en el momento en que alcanzaron la altura perfecta para que Alba pudiera leer el mensaje segado en el campo, le dijo que mirara hacia abajo mientras sacaba un anillo. Evidentemente, allí estaba el piloto del globo sacando fotos del momento, porque ese momento debía de ser inmortalizado.

Cuando Alba me explicó la historia, tuve claro que el pastel debía representar esa petición de mano. Madre mía, no podía ser otra cosa.

Así pues el piso de abajo del pastel representaba el campo segado.

Gracias a mis amigos retocadores de Haut Touch conseguí una hierba perfectamente segada, con letras perfectamente legibles. Imprimí las imágenes de la hierba en wafer paper y forré todo el piso inferior con este papel. El piso de abajo tenía un diámetro de 25 cm y una altura de 14 cm. Fue bastante odisea conseguir un forrado perfecto para que el papel quedara estupendamente, pero quedó genial.

Para el segundo piso, quise hacer el cielo, con unos pajaritos y una banderola con el nombre de los novios. De este piso estoy especialmente orgullosa porque ganachear y forrar así de bien un pastel de 20 cm de altura y 20 cm de diámetro no es tarera fácil. Y, sin embargo, quedó perfecto.

Para acabar y coronando el pastel, el globo. La cestita era también bizcocho. Dentro de la cestita puse la figurita de los novios que me trajeron Alba y Carlos. Y arriba del todo el globo en sí que lo hice de porex para evitar que pesara.

Y así fue cómo quedó la mesa de exposición del pastel en El Principal de l’Eixample, con las flores naturales que Gemma, su florista, me había preparado, en consonancia con las flores que decoraban las mesas. Lástima que no hubiera mejor luz, pero aún así la foto no quedó mal.

En conjunto, la boda quedó preciosa y la tarta, espectacular. 80 cm de altura y casi 30 kilos de peso. Una pasada.

Espero que Carlos se emocionara mucho al ver la tarta. Por lo menos tanto como se emocionó Alba cuando le pidieron matrimonio.