Mesa dulce para el bautizo de Lola.

Y siguiendo con bautizos, me encanta todo, absolutamente todo lo que preparamos para el bautizo de Lola: un súper pastel con un piso de 17 cm, unas galletas con su bolsita para entregar a los invitados y unos cupcakes para acabar de completar la mesa. Todo en tono pastel suave, muy nena, muy bebé, y muy estilo Hello Naomi (otra vez, sí, pero es que es ideal).

Empecemos por el pastel, que fue el encargo original. Yara, la mamá de Lola, quería algo muy fino, y tras varios bocetos y propuestas, se enamoró de un pastel de Naomi que vimos. Así que inspirándome en ese, planteé el siguiente pastel:

Un pastel fino y delicado, con encaje y un piso de abajo simulando una caja, decorando con glasa rosa y filigranas muy sencillas. Es el pastel más alto que había hecho hasta el momento, y la verdad es que estoy encantada. El ganache me quedó muy liso y a la hora de forrarlo no sufrí tanto como pensaba. Como sabéis, cuando más alto es un pastel más difícil resulta forrarlo de fondant, así que me siento infinitamente orgullosa de cómo quedó, porque no era moco de pavo.

Rosa también por dentro, ya que elegimos el especial Sweetmama de fresa y chocolate para su interior. Decorando el pastel, una conejita Miffi y un topper con el nombre de Lola, el mismo que usamos para los cupcakes, que ahora veréis.

La siguiente pieza que tuvimos clara, fueron las galletas. Tenían que ser una pieza decorativa en la mesa dulce que se imaginaba Yara. Quería que fueran delicadas, en tonos pastel, y que tuvieran formas distintas. Elegimos dos sabores: canela y jenjibre y vainilla y rosas. Finalmente, después de muchas idas y venidas, ensobramos las galletas para que los invitados se las pudieran llevar si les apetecía. Estos fueron los diseños que planteé:

A su vez, cada uno de los diseños, se hizo en cuatro tonos diferentes: malva, rosa palo, menta claro y amarillo pálido.

Para acabar el trío dulce, hicimos unos cupcakes de limón y frambuesa, en tamaño mediano y sabor fresquito para que no sobraran.

En definitiva, una mesa dulce con combinaciones exquisitas de colores y sabores que coronó una día muy especial para la familia de Lola.