Yo no sé vosotras, pero desde que soy pequeña he visto este tipo de tartas en los dibujos animados, las pelis, las series… Esas tartas que se ponían a enfriar en el alféizar de la ventana y venía el niño travieso a llevársela mientras que una madre típicamente americana con su delantal le echaba de allí. Y desde siempre que he querido hacer una. Pues, voilà.
Y si la he hecho ahora es gracias al libro de Bea Roque, un libro lleno de recetas de repostería americana que me ha traído Papá Noel y que me ha hecho muy, muy feliz.
Así pues, la receta que ahora os cuento está parcialmente inspirada en una receta suya, especialmente la masa. El relleno, lo varié teniendo en cuenta lo que me apetecía en ese momento y las frutas que encontré disponibles.
Hechas las presentaciones, vamos con la receta.
Ingredientes para la masa
- 125 g de mantequilla sin sal muy fría cortada en cubitos.
- 125 g de manteca de cerdo muy fría cortada en cubitos.
- 350 g de harina de trigo.
- 1 cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de azúcar.
- 75-125 ml de agua helada.
Preparación de la masa
Mezclar bien la harina, la sal y el azúcar.
Trabajar rápidamente con las manos frías la mantequilla y la manteca con la harina, hasta que la harina tenga una apariencia arenosa con trocitos de mantequilla del tamaño de un guisante.
Echar 75 ml del agua sobre la masa y mezclar con un tenedor hasta que empiece a coger cuerpo. Si la masa estuviera seca ir añadiendo agua poco a poco.
Dividir esta masa en dos mitades hacer una bola con cada una y envolverlas por separado en papel film, sin que quede muy apretado.
Estirarlas un poquito con el rodillo y dejarlas refrigerar durante una hora.
Si no tienes tiempo de hacer la masa (o no te ves con ganas), puedes sustituirla por masa brisa preparada. No es lo mismo, pero queda buena igual.
Ingredientes para el relleno
- 3 peras maduras grandes.
- 200 g de frambuesas.
- 200 g de cerezas negras.
- 200 g de requesón.
- 30 g de Maizena.
- 125 g de azúcar moreno.
- 1 cucharadita de sal.
- 30 g de mantequilla cortada a trocitos.
Preparación del relleno y montaje de la tarta
Precalentamos el horno a 190ºC.
Sacamos de la nevera y estiramos una bola, de manera que tengamos un círculo lo suficiente grande para cubrir nuestro recipiente (25 cm aprox) y que sobre por los lados.
Pelamos y cortamos la fruta y la introducimos en un recipiente grande.
Le añadimos la Maizena, el azúcar moreno y la sal, y mezclamos bien. Echamos el requesón y volvemos a mezclar.
Ponemos la masa en el recipiente y disponemos encima la mezcla de la fruta. No te preocupes, no es demasiada.
Ponemos los trocitos de mantequilla repartidos sobre la fruta.
Estiramos la otra masa y recortamos tiras de unos 2 cm con las que formaremos la rejilla que va sobre la fruta, como en la foto. Pinzamos las tiras con la masa sobrante y lo soldamos bien.
Pincelamos las tiras con una yema de huevo mezclada con una cucharada de nata de cocina, y metemos la tarta en el horno.
Horneamos durante 90 minutos. Si vemos que las tiras de arriba se empiezan a quemar antes, las cubrimos con papel de aluminio.
Sacamos la tarta (cuando la saquemos tendremos la sensación de está muy líquida, no pasa nada, al enfriar el azúcar carameliza) y la dejamos enfriar. Se come tibia o a temperatura ambiente. Si os gusta la nata y queréis acompañar la tarta con nata montada (por vosotras mismas, por favor!) ya es el máximo de los pecados.
Os animo a que hagáis esta tarta (o pie) porque está más que buena. Sobre todo, si sois de los que no os gustan las cosas muy dulces, porque el punto ácido de las frambuesas y las cerezas le dan un toque fresco y muy rico al conjunto.
Wow!! Albert tiene que hacer esto. Tiene que estar de vicio!
Súper!!!
Está diciendo comeme!!!
Que rica, no se si es la hora de merendar pero se me hace la boca agua!!
Buen finde y besinos