Catalina cumplió un año la semana pasada y su mami quería un pastel sin huevo, ya que todavía no han empezado a introducirlo en su alimentación y quería que la niña lo disfrutra a tope. Y eso fue lo que hicimos. Un bizcocho de chocolate riquísimo, sin huevo, muy suave y esponjoso.
Para el relleno y la cobertura tampoco usé huevo. Hice una buttercream tradicional con un punto de queso crema para quitarle el dulzor y empalagamiento, y una gotita de colorante pink. Porque el pastel tenía que ser rosa, rosa, de eso no había ninguna duda.
Ingredientes:
- 400 g de harina.
- 300 de azúcar.
- 15 g de levadura.
- 2 cucharaditas de bicarbonato.
- 80 g de cacao puro en polvo.
- 250 ml de leche entera.
- 250 ml de agua.
- 180 ml de aceite de girasol.
- 1 cuharadita de extracto de vainilla.
Preparación:
Precalentamos el horon a 180º con la opción solo aire si la tenéis. Si no, calor arriba y abajo, sin aire.
Comenzaremos poniendo en el cuenco de la batidora la harina, el azúcar, la levadura y el bicarbonato, y mezclaremos bien con la pala plana.
En un cuenco aparte, mezclaremos los ingredientes húmedos: la leche, el agua, la vainilla y el aceite de girasol, y los añadiremos a la mezcla anterior. Batimos un minuto a velocidad media.
Por último, incorporamos el cacao y volveremos a mezclar.
Vertemos la masa en un molde alto 16 cm de diámetro (o uno de 20 cm si no lo queremos alto), previamente untado con mantequilla y forrado con papel y coceremos durante unos 40 minutos o hasta que pinchando con un palito de brocheta este salga limpio. Dejaremos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar.
Una vez desmoldado, lo cubrimos con papel film y lo metemos en la nevera mínimo 12 horas antes de cortar y rellenar.
Ingredientes para relleno:
- 300 g de mantequilla a temperatura ambiente.
- 275 g de azúcar glass tamizado dos veces.
- 150 g de queso crema.
Preparación del relleno:
Batimos con la pala plana la mantequilla hasta tener una textura de pomada. Le vamos añadiendo poco a poco a cucharadas el azúcar glass. Batimos unos minutos hasta asegurarnos que no notamos la textura arenosa del azúcar. A continuación añadimos el queso y mezclamos bien.
Es importante tener el doble tamizado para segurarnos que notamos lo mínimo posible la textura del glass. No hay nada más desagradable que una buttercream excesivamente arenosa 🙂
Esta fue la cara de Catalina cuando vio el pastel. Me la comía entera, con esos ojazos que son pura vida!!!
Que bonito pastel, y la cara de la beba es una alegria total jejeje
Queria preguntarte una cosa,veo q no le has puesto fondant,que es lo q le has puesto alrededor del pastel?
La buttercream que explico en la receta.