Hacía tiempo que tenía ganas de hacer merenguitos o meringue kisses como lo llaman en inglés. Son ricos y son monísimos. Ideales para decorar una mesa dulce metidos en una bonita bombonera.
Así que como esta tarde monto una mesa preciosa, aproveché la ocasión para ir haciendo fotos y poder preparar la receta en el blog.
Hacerlos es súper fácil. Hay que tener en cuenta dos premisas básicas:
- Montar bien las claras con un pico duro consistente.
- Hornear a una temperatura baja para que no se quemen.
Ingredientes
- 100 g de claras de huevo
- 100 g de azúcar
- 100 g de azúcar glass tamizado
- Sal
- 1 cucharadita de esencia de vainilla o limón
- Colorante en gel
Preparación
Precalentamos el horno a 80 ºC.
Introducimos las claras de huevo (aconsejo que sean claras de huevo frescas y no pasteurizadas, se montan mucho mejor) en el bol de una batidora potente y le echamos una pizquita de sal. Con el accesorio varilla de la batidora las montamos a punto de nieve.
Cuando empiecen a ganar volumen le vamos añadiendo el azúcar (solo el normal, el azúcar glass lo reservamos) en forma de lluvia hasta que se integre bien y tengamos unas claras montadas bien consistentes, de pico duro.
Foto: www.seriousaboutfood.eu
Le añadimos entonces a la mezcla el azúcar glass y la esencia con el sabor que le queramos dar y lo mezclamos suavemente con una espátula de silicona. NO mezclar con la batidora porque no queremos perder la consistencia.
Si queremos tener merenguitos de colores, separamos la mezcla en tres bols. A un bol le añadimos unas gotitas de colorante en gel de color cyan. A otro, color rosa. Y mezclamos con la espátula de silicona hasta que tengamos el color bien uniforme.
A continuación introducimos la mezcla en una manga pastelera con una boquilla ancha. Forramos la bandeja del horno con papel de hornear y vamos realizando los merenguitos del tamaño que queramos.
Horneamos durante dos horas. Estarán listos cuando al tocarlos estén duros y los podamos separar del papel de hornear de forma fácil.
Los ponemos sobre una rejilla y los dejamos enfriar.
Y ya tenemos nuestros merenguitos listos para saborear y decorar nuestras tartas.
Si los introducimos en un bote de cristal hermético los podéis conservar hasta dos meses y estarán igual de buenos que el primer día.
¡Que los disfrutéis!
Qué buena idea! muchas gracias por compartirla. Quedan genial en bol de cristal!