Víctor me contactó por mail porque le quería preparar una sorpresa a su mujer, para su 35 cumpleaños. Quería una propuesta de mesa dulce en tonos azules para una celebración íntima. Un cumpleaños en petit comité, pero que fuera bonito por todos lados.
Bonito, y bueno. La tarta debía tener chocolate blanco. Así que hicimos un bizcocho tipo brownie, relleno de un ganache de chocolate con pistachos, y recubierta de una Swiss Buttercream con chocolate blanco ligeramente salado.
Hicimos también unas mini cookies de vainilla en tonos azules y blancos, con brillo iridiscente. Las pinché en un jarrón que ha estado en mi casa desde que tengo uso de razón. Un jarrón azul y rococó, de aquellos que fueron regalo para la boda de mis padres, y que iba perfecto para esta celebración.
Completamos con cupcakes de red velvet con frosting de queso, decorados con flores de pasta de goma, en azul.
Por último, los deliciosos merenguitos, de los que tenéis la receta en mi post anterior.
Encargué y compré las decoraciones de pared y unas servilletas monísimas azules con topos blancos en Fiesta Fácil, que me quieren mucho y me tratan muy bien.
Espero que os guste mucho. A mi me parece ideal.
Pues chica, ideal. Sencillo pero ideal. La cumpleañera estaría encantada¡¡¡ MUAKKKK