Cuando mamás que han confiado en mí un año, vuelven a repetir al año siguiente, me da un subidón enorme. Y si encima lo hacen por tres años consecutivos, ya no te digo la ilusión tremenda que me hace.
Este año las hijas de Luz querían una mesa dulce que fuera de Power Rangers, pero que fuera muy rosa. O sea, facilísimo… Por si fuera poco, además, que fuera elegante y muy cuqui. Sobre todo porque la sala donde se hacía la celebración está muy bien equipada, pero cuqui lo que se dice cuqui no sería.
Así pues me esforcé al máximo para que la mesa fuera todo eso: cuqui, rosa y Power Rangers.
Para ello usé lo que serían los grafimos de las caretas de todos personajes en sus distintos colores, poniendo especial protagonismo en la Power Ranger rosa. De ahí nació la tarta, toda comestible.
Para la decoración, conté con el trío maravilla: Fiestas Coquetas, Fiesta Fácil y La Fiesta de Olivia. Ahí conseguí los abanicos de la pared, los globos, desechables, botellitas, bolistas kraft para las chuches y las cajas para las palomitas.
Menos mal que tuve ayuda en día de la fiesta porque tuvimos 30 minutos para montarlo todo. No veas los abanicos de la pared la currada que le dieron a mi ayudante María…
Los donuts caseros con glaseado de chocolate volaron y fueron un exitazo. Lo mismo con las botellitas de batido de fresa y los minicupcakes, en sus dos versiones, choco y vainilla.
Para las galletas con glasa volví a confiar una vez más en Sylvia’s Box, y es que, como ya os he contado en más de una ocasión, la glasa y yo no somos demasiado amigas.
La tarta, un bizcocho de chocolate intenso con relleno de dos chocolates.
Cuando volví a desmontar, había desaparecido casi todo (de comida, claro), lo cual, es muy buena señal.
A ver que reto me plantean para el año que viene estas dos niñas. Y es que cada año, me lo complican más… Y yo encantada.
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