Kristina y Andrés se casaron este pasado 28 de julio, en Sitges. Una boda íntima de solamente 15 personas, pero en la que hasta el más mínimo detalle estaba cuidado. Una boda preciosa, con unos novios preciosos, que radiaban alegría y felicidad el día de su boda. Y tenían clarísimo que querían tener su rinconcito dulce, con frutos del bosque y lavanda. Ahora que entramos en otoño, y que si el cambio climático lo permite empezará el fresquito, me apetece recordar estas fantásticas fotos de Ada Tikur, en las que podemos oler los aromas del verano. Cualquier boda es bonita, sea grande o pequeña, rústica o clásica, exterior o interior. Lo importante es que os represente y que todas las cosas formen parte de un todo. ¿No estáis de acuerdo?
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