Adoro Pinterest. Todo es tan mono, tan ideal, tan fantástico, tan bonito. Las bodas son más bodas, las fiestas son más fiestas, y los colores son más intensos.
De verdad que no es sarcasmo, como preguntaría Sheldon Cooper. Me gusta entrar y ver recetas riquísimas que jamás voy a cocinar, vestidos increíbles que jamás voy a comprar, e imaginarme cómo sería mi boda Pinterest.
Tendría sus cajas de madera, seguro. Y paniculata. Esa flor que ha estado ahí toda la vida pero que no sabíamos cómo se llamaba hasta que apareció Pinterest. Balas de paja. Por doquier. Y tela de saco. Por supuesto, tarritos reciclados rellenos de todo: red velvet, flores, piedas, velas… ¡Y una furgoneta vintage!
Foto: Stylemepretty.com
No faltarían las indicaciones con flechas de madera, con pizarras y con marcos dorados. Ni tampoco los dispensadores con limonada y sangría de cava. ¡¡¡ADORO LOS DISPENSADORES DE BEBIDA!!! Me pirra el que compré en Fiesta Fácil, ya no puedo estar sin él.
FOTO: pearlsandpoodles.com · DISPENSADORES DISPONIBLES EN www.fiestafacil.com
Seguro que algo habría con washi tape, un photocall, una marquesina preciosa para la ceremonia y, cómo no, una mesa dulce increíble. De Sweetmama, por supuesto.
Y es que mi vida desde que existe Pinterest es otra.
Voy al mercado y le pido al frutero cajas de fruta porque sé que con ellas algo haré, seguro. Los tarros de cristal ya no van al contenedor amarillo. Ahora los amontono porque alguna finalidad futura tendrán (eso sí, lo de beber en un tarro no sé a qué genio se le ocurrió porque es incómodo de narices). He descubiero el chalk paint y voy pintando con chalk paint toda superficie de madera que se precie. La mantelería y vajilla de mi abuela está guardada a buen recaudo porque me apasiona.
Vamos que lo reciclo todo y a todo le encuentro un sentido.
Pero también es cierto que ha llegado un momento en el que me he saturado. Necesito una cura de desintoxicación urgente.
Me dí cuenta hace unos días cuando estuve en el White Summer, en Pals. Todo el evento rezumaba tanto pinterest molón que al final me empaché.
Y es que no es sano doctor. De verdad que no…
Eso sí, mi dispensador, que no me lo quiten!!!
Jajajajajajajaja, lo que me he reído leyéndote por favor. Sobre todo por lo identificada que me he sentido con todo lo que cuentas.
Yo acabé «empachada» de tanto «bonitistismo» allá por junio, así que he desconectado del todo estos dos meses, lo necesitaba.
Ahora, que alguna que otra caja de fresas ya me he pintado este verano entre sol y sol… jajajajaja.
MUAKKKKKK
JajajajA!!! Besitossssssssss! 🙂
¡ Y mañana sorpresaaaaaa ¡
Boníssim!!! Quina raó que tens! I és que les coses mones i cuquis enganxen, com tu bé dius!!