Noemi y David vinieron a mí con una idea muy clara de cómo iba a ser su boda. Su boda NO iba a ser rústica, ni vintage, ni iba a tener cajas de madera ni paniculata. No es que yo odie particularmente la paniculata, os he de decir, pero cuando algo está en tendencia, es refrescante hacer cosas distintas, ¿o no?
Noemi y David querían una boda rosa. Los colores de su boda iban a ser rosa, negro y blanco, todo muy chic, muy geométrico, con corazones y nada rústico. Y estaban huyendo de todas las propuestas típicas que se encontraban por su camino.
Cuando me brifaron, mi cabeza se empezó a llenar de imágenes chulísimas de lo que podíamos hacer. Lo que tuve claro desde el principio es que quería poner una tarta geométrica con pinchos de algodón de azúcar sobresaliendo de ella. La humedad y el calor del momento hizo que acabara sustituyendo el algodón de azúcar por galletas de corazón, pero igualmente quedó genial.
Cuando me contaron que ambos eran maestros de infantil, vi claro que debíamos incorporar un elemento hecho por los niños de sus clases a la mesa. Les mandé la propuesta de hacer una banderola con sus nombres y con corazones, y que los niños pintaran las letras. Dicho y hecho. Les dieron pegatinas y colorines y ellos mismos realizaron las dos banderolas con las que decoré la mesa. Me encantó la idea porque así tenían a sus niños con ellos el día de su boda.
Hicimos galletas en forma de corazón con tamaños distintos y los colores de la boda, y las repartimos en varias botellas de cristal decoradas con lazos. Quedó mega chic.
A los macacons les puse un palito para convertirlos en lolipops, ya que le daba un punto más glamuroso al tema.
Al ser todo tan rosa, teníamos claro que no debía parecer una tarta demasiado infantil, por lo que hice minicupcakes de cava y fresa, con pipetas de cava brut. En contrapartida, y pensando en los muchos invitados infantiles que había en la fiesta, mini batidos de fresa con galletitas de choco blanco.
Me encantan las mini máquinas dispensadoras con chicle en color rosa también, por supuesto. Creedme, no fue fácil encontrarlas.
En definitiva, una mesa dulce maravillosa, hecha totalmente a medida a los gustos de los novios y con una personalidad arrolladora.
Si vosotros también os casáis y estáis buscando una propuesta que se ajuste a lo que tenéis en vuestra cabeza, me podéis escribir sin compromiso a soraya@sweetmama.es
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