El segundo número de Suittis ya está online, con cosas súper bonitas. Y como gran novedad en este número, está el apartado de Suittis Kids, para el que yo he colaborado con esta receta.
Esta es una de mis recetas favoritas para hacer con mis hijos porque aparte de que el resultado les encanta, es una actividad que nos aporta muchas cosas a todos.
Antes de entrar en la cocina, pasamos un buen rato jugando y aprendiendo los colores.
La idea es vaciar la mitad de la bolsa de Lacasitos en un bol grande y disponer delante unos bols más pequeños etiquetados. En las etiquetas, ponemos el nombre de los colores. Los niños tienen que ir separando los Lacasitos introduciéndolos en el bol correspondiente. Así trabajamos tanto la psicomotricidad fina, como el ir reconociendo los colores y su nombre. Si los niños son un poco más mayores, podemos introducir un paso más y poner, por ejemplo, el nombre de los colores en inglés.
Una vez tenemos ya esta actividad terminada, nos vamos a la cocina.
Ingredientes
- 115 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 100 g de azúcar moreno
- 50 g de azúcar blanco
- 1 huevo L
- 160 g de harina
- 180 g de mantequilla de cacahuete (yo la prefiero granulada, pero la que encontréis está bien)
- 1 cucharada de postre de extracto de vainilla
- ¼ cucharada de postre de bicarbonato
- ½ cucharada de postre de sal
- Unos 200 g de Lacasitos (con o sin cacahuete, al gusto)
Preparación
Tamizamos la harina, y le añadimos la sal y el bicarbonato. Reservamos.
Batimos la mantequilla (la normal) y los azúcares hasta que la mezcla esté bien cremosa e integrada. Le añadimos la mantequilla de cacahuete, y luego el huevo ligeramente batido y la vainilla.
Añadimos a la mezcla la harina y removemos a mano, con una espátula de madera o silicona.
Le añadimos a la mezcla la mitad de los Lacasitos que teníamos sin separar y mezclamos bien.
Forramos la bandeja del horno con papel de hornear.
Hacemos bolitas con la masa, de unos 4 cm de diámetro y las decoramos con los Lacasitos que hemos separado por colores. Les decimos a los niños que combinen dos colores en cada galleta, los que prefieran.
Colocamos las bolitas en la bandeja, con una separación de unos 5 cm entre ellas. Recuerda no aplastarlas, porque el calor del horno ya se encargará de este punto.
Introducimos la bandeja media hora en la nevera.
Una vez transcurrido ese tiempo, horneamos entre 8-10 minutos a 180º.
La textura de estas galletas es cremosa y suave, no son unas galletas duras. Que no te engañe esto al comprobar si están hechas. Además, una vez se enfrían se endurecen más, así que ve con cuidado de no pasarte con el tiempo de horneado.
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